La sociedad es un acto de fe
Políticos, periodistas, ciudadanos, psicoanalistas, hablamos de ella… pero:
¿A partir de que, podemos afirmar la existencia de la sociedad como un todo?
Desde el punto de vista descriptivo podríamos pensarla, como aquello que vivenciamos y compartimos con otros, a diario. Cuando encendemos la luz, prendemos la hornalla de la cocina, viajamos hacia nuestros trabajos, manejamos en nuestras calles. Suponemos que todas esas cosas van a funcionar siempre, que van andar correctamente.
Solo basta haber vivido el apagón, que se produjo no hace mucho en argentina, para darnos cuenta que esa, es una ilusión. Ella, en un sentido es eficaz, ya que nos hace creer la existencia de un sujeto supuesto, que no existe ni podría existir, que se ocuparía de todas nuestras necesidades sociales, pero que en realidad no tenemos ni idea de cómo funciona.
Solo basta un apagón generalizado, un cambio climático importante, para darnos cuenta que esta ilusión cae, tropieza, probablemente sea por esta razón, que nos conmueve particularmente este tipo de situaciones.
La sociedad en este sentido es un acto de fe.
Jacques Lacan, psicoanalista francés, propone un concepto que lo denomina LAZO SOCIAL, y lo define como la articulación de dos lugares asimétricos, es decir, un lugar de dominante y otro de dominado. La sociedad, entonces, esta fragmentada en diversos lazos sociales.
Lo social, no es lo igualitario, sino es lo asimétrico, es la característica fundamental, en el mundo de los humanos. Cuando se presenta lo contrario, lo simétrico, el primer efecto es el de producir un lazo inestable. Un ejemplo actual con respecto a la tendencia a igualarse que, en la relación entre padre e hijo, ya sabemos que sucede cuando los padre, se hacen amigo de sus hijos, y proponen consciente a inconscientemente la simetría con ellos. Se torna inestable, generando malestares en ambos lugares
En la actualidad el discurso que llamamos posmoderno produce efectos:
- Impotencia generalizada
- Los imperativos de éxito, felicidad y goce inmediatos.
- La maldad tiene un lugar a priori “en los otros”.
- La caída de las figuras de autoridad: padre, policía, maestros, médicos, políticos.
- La palabra esta devaluada:
¿Qué significa esto?
Hay una perdida, una caída, una licuación de las valoraciones, así como también de los valores. Hoy mas que nunca las cosas que se dicen van por un carril y las que se hacen van por otro.
Los psicoanalistas lacanianos llamamos al campo de la palabra y el lenguaje LO SIMBÓLICO.
El psicoanálisis, tienen una función fundamental, como un discurso que produce un tipo particular de lazo social. Un discurso que tiene como efecto el cuidar, producir y dirigirse hacia LO SIMBÓLICO.
Si pensamos que la sociedad es LO SIMBÓLICO, como “el principio” que ordena y otorga su lugar a cada uno, en la medida que ese lugar sea compatible con los otros.
Lic. Homero Arnold
Email: homeroarnold@hotmail.com
Tel.: 4623-5971