La formación es un efecto, un producto compuesto de:
- Diferentes lecturas del discurso de Lacan, que uno realiza y/o escucha de otros colegas
- De experiencias del propio análisis.
- De la practica psicoanalítica.
- Control y supervisión
Se trata de que cada practicante transite por la experiencia que implica la formación, es decir, que se habilite a cuestionar, a pensar con otros los fundamentos de nuestra práctica, que pueda elegir los caminos por los cuales irá haciendo su experiencia de lectura y de ese modo crear las condiciones para que se produzca un (EF) efecto de formación.
En este camino no está preestablecido el principio ni el final, es un camino dialéctico, espiralado; transitarlo implica crear un borde en cada practicante que genere un vacío propiciatorio de una posición que se sostiene en una premisa fundamental: no sabemos qué es “ser psicoanalista”.